Qué es el budismo

Hombres le hablan de dos maestros que viven en el norte; las razones de estos maestros no lo satisfacen. Siddharta se va a las montañas, donde nas. Estos pasa seis duros años entregado a ción y al ayimo. cae solare No cambia de él los angeles lluvia o ejercicios de mortificación son baña en las aguas del mortifica- lugar el sol; los en que ha muerto. Entiende, vanta, se los angeles cuando dioses cre- al fin, que los inútiles; se le- río y come un poco de arroz. Su cuerpo recobra inmediatamente el antiguo fulgor, los signos que Asita reconoció y los angeles perdida aureola. Pájaros \aielan sobre su cabeza para rendirle honor y el sombra del Árbol del Conocimiento y se pone a pensar. Resuelve no levantarse de ahí hasta haber logrado l. a. Bodhisatt\^a se sienta a l. a. iluminación. Mará, dios del amor, del pecado y de los angeles muerte, ataca entonces a Siddharta. Este má- sixteen gico duelo o batalla dura una parte de che. Mará, antes l. a. no- de combatir, se sueña venci- do, perdida su diadema, marchitas las flores y secos los estanques de sus palacios, rotas las cuerdas de sus instrumentos de música, cubierta lea de polvo los angeles cabeza. Sueña que en no puede sacar embargo, un vasto l. a. pe- espada; congrega, sin ejército de demonios, gres, leones, panteras, gigantes —algunos l. a. eran grandes ti- y serpientes como palmeras y — cabalga un pequeños como niños de ciento cincuenta millas de alzada y asume un cuerpo con quinientas cabezas, quinientas lenguas de fuego y mil brazos, cada uno con un arma distinta. Los ejércitos de Mari) arrojan montañas de fuego sobre Siddharta; éstas, por obra de su amor, se convierten en palacios de flores. Los proyectiles forman un alto baldaquín sobre su cabeza. Mará, vencido, ordena a sus hijas que lo tienten; éstas lo asedian y le dicen que están hechas para el amor y para los angeles música, pero Siddhaita les recuerda que son ilusorias e irreales. Señalándolas con el dedo, las transforma en viejas decrépitas. Cubierto de confusión, el ejército de otros , elefante Mará se desbanda. Solo e inmóvil bajo el árbol, Siddhaita ve sus infinitas encarnaciones anteriores y las de todas las criaturas; abarca de un vistazo los in- numerables mundos del universo; después, l. a. 17 concatenación de todas Intuye Ya no al las causas y efectos. alba las cuatro verdades sagradas. es el príncipe Siddharta, es el Buddha. Las jerarcjuías de los dioses y los nideros lo adoran, pero He él buddhas ve- exclama: recoiiido el círculo de muchas encarnaciones buscando al arcjuiteclo. Es duro nacer lanías veces. Arquileclo, al fin te encontré. Nunca volvereis a construir los angeles casa. Aquí termina (dice Karl Kóppen) los angeles más antigua forma de el I'riedriech l. a. leyenda, evangelio del Nepal y del Tibet. Siete días más queda el Buddha bajo el árbol sagrado; los dioses ío alimentan, lo visten, queman incienso, le arrojan flores y lo adoran. Llueve y im rey de un las serpientes, Naga, se enrosca siete veces alrededor del cuerpo del Buddha y forma un techo con sus siete cabezas.